Estuve ahí sentada observándote por un largo rato,
y pude notar que tu calma y quietud,
se mantenían imperturbables con el pasar de las olas...
A medida que iba cayendo la tarde,
la luz de ese hermoso atardecer nos bañaba y nos cubría de colores;
colores que llenan el alma
de todo aquel que logra captar tu esencia...
No soy parte de ti ni tu de mi
y aun así siento que no podré separarme
de este inmenso amor q une nuestras almas y aquíeta nuestra tormenta...
Tu estas ahí,
tan inmenso,
tan unido a la luna,
tan quieto,
tan grande...
Que quisiera descubrir tus secretos
pero se q solo lo lograré
Adentrándome en ti y no saliendo jamás... Mejor te dejo con la inmensa calma que me invade y emanas
y yo sigo mi rumbo,
descubriendo caminos como el que me llevo hasta ti.
DAAR